informatica
miércoles, 5 de agosto de 2015
martes, 4 de agosto de 2015
Tecnología y género
la tecnología y Sociedad tienen como claro objetivo analizar la relación entre el desarrollo de la ciencia y la tecnología con los problemas de nuestra sociedad. La investigación en CTS concluye que el desarrollo de la ciencia y la tecnología no se puede entender al margen de condicionantes de tipo político, social, económico o cultura
La tecnología es conocimiento aplicado socialmente y los valores y las creencias de esa sociedad son los que influyen en los efectos de esa tecnología (Westby & Atencio, 2002).
De acuerdo a Shanker (1998), la ciencia y la tecnología son la base del poder, la clave de la prosperidad, simultáneamente son un instrumento culturalmente poderoso que disuelve no solo la resistencia física sino las actitudes de vida. La sociedad se transforma y se adapta a los cambios en la tecnología.
Y este componente social de la ciencia i tecnología es el que desarrollaron Trevor Pinch i Wiebe Bijker con el modelo SCOT (Social Construction of Technology). El modelo SCOT representa la aproximación constructivista social en los actuales estudios sociales de la tecnología.

En este sentido, cabe la posibilidad que también exista una visión influida por el género, como se darían en casos estudiados como el de la bicicleta o el de la lavadora.
En cuanto al caso de la lavadora, aunque “la concepción y el desarrollo de la tecnología aparecen teóricamente de forma asexuada o al margen de las relaciones sociales de sexo” , su concepción tenía un claro destinatario, y eran las mujeres. Cabe decir, sin embargo, que la lavadora, lejos de ser un artefacto de emancipación y liberador se convirtió en una subordinación para ellas, muy lejos de la liberación que representaba la bicicleta.
En este estudio se destaca la total ausencia de mujeres en el proceso de diseño y en los puestos de responsabilidad técnica. Sin embargo, las investigadoras concluyeron que las operarias debían ser mujeres porque las usuarias potenciales de estos aparatos eran mujeres, en tanto que eran las amas de casa. El problema radica en que la mujer no dispone de los conocimientos técnicos adecuados, por lo que los hombres siguen manteniendo el control técnico del objeto.
La relación entre la altura de la mujer y el tamaño de los mandos de los aparatos es algo a tener en cuenta, ya que deja entrever que éstos han sido concebidos para hombres.
Otro hecho destacable es la forma de carga de la lavadora. La mayor parte de las máquinas en España son de apertura frontal ya que las de carga superior suponen un montaje más costoso. Además, Alemán relaciona la carga frontal con el hecho de que la mujer ya está acostumbrada a una posición curvada dada su condición de ama de casa.
Finalmente, destacar que la concepción de la lavadora, y sobre todo, su uso, “confirma a la mujer como principal actora en este tipo de funciones” . Por este motivo no es raro que las mujeres “sienten un cierto malestar hacia la tecnología, o se desentienden de ella, ya que en lugar de ser innovaciones liberadoras para las mujeres, confirman muy frecuentemente su subordinación”.La relación entre género y tecnología se creó como respuesta a la larga marginalización de las mujeres respecto a profesiones y trabajos de orientación técnica.
La ciencia y la tecnología son fundamentales en el desarrollo económico de los países. Esta importancia creciente junto con las persistentes desigualdades entre mujeres y hombres en el ámbito tecnológico, hace que se planteen cuestiones urgentes e inevitables desde una perspectiva de género, la única finalidad es su total desaparición.
Aunque las barreras formales que impedían la participación de la mujer en la actividad tecnológica van desapareciendo con el paso del tiempo, siguen existiendo dificultades de acceso a puestos de responsabilidad y poder ligados a la escasa presencia profesional en esta área. Los motivos pueden ser de equilibrio entre el trabajo y la vida personal, los patrones y los enfoques de productividad específicos del género, los criterios de medición del rendimiento y de promoción, de motivación, de exclusión social e institucional, e incluso de identificación de lo científico y tecnológico con 'lo masculi.

Y si la ciencia y la tecnología no están libres de la política ni por encima de ella, entonces en una sociedad caracterizada por jerarquías de género, los artefactos deben estar marcados también por el género. Dicho de otro modo, hemos llegado a ver la tecnología como algo a lo que se le ha dado forma socialmente, pero esta forma ha sido realizada por los hombres a favor de la exclusión de las mujeres. En general, la tecnología ha sido retratada como fuerza negativa, reproduciendo en lugar de transformando la división sexual del trabajo y el poder en el hogar y el trabajo.
Crítica a la tecnología
Desde diferentes posiciones ideológicas, se han realizado críticas a la tecnología de forma global o parcial. Estas críticas consideran que o bien ciertas tecnologías suponen una amenaza, un riesgo o un mal de algún tipo, independientemente del uso que se las dé, o bien el conjunto de las tecnologías actuales suponen de manera inherente un mal. Entre las primeras, destacan aquellas críticas que se oponen a la tecnología nuclear, aquellas que se oponen a la posesión de armas de fuego y la argumentación que Francis Fukuyama realiza en su libro El fin del hombre. Consecuencias de la revolución biotecnológica, la cual se centra en los aspectos negativos de la biotecnología para el ser humano. Entre las segundas, destacan las obras de Jacques Ellul dedicadas al estudio de la "Technique", en especial La edad de la técnica, el manifiesto La sociedad industrial y su futuro y el libro de Jerry Mander En ausencia de lo sagrado. El fracaso de la tecnología y la supervivencia de las naciones indias. Este último autor expone que "en el actual clima de culto tecnológico está mal visto hablar contra la tecnología. A la menor crítica te expones a que te llamen 'ludita', con lo que se pretende equiparar oposición a la tecnología y estupidez".
La idea de la neutralidad de la tecnología también es discutida por muchos de estos críticos. Así, Nicolás Martín Sosa defendía que "la tecnología, digámoslo una vez más, no es neutra; en toda sociedad organizada induce un conjunto de conceptos, de modelos de relaciones y de poderes que moldean nuestra forma de vivir y de pensar".Mander sostenía que "la idea de que la tecnología es neutral no es neutral en sí misma, puesto que nos impide ver hacia dónde nos dirigimos y favorece directamente a los promotores de la vía tecnológica centralizada".
Tecnología y discapacidad visual
Los artefactos han inundado todos los ámbitos de la vida: el acceso a la información, las comunicaciones, el comercio, la banca, las relaciones con las administraciones públicas, la educación, etc. Pero no todos los individuos tienen acceso en igualdad de condiciones a estas prestaciones, por lo que, si se hiciera un estudio de caso aplicando el modelo SCOT (acrónimo en inglés de Construcción Social de la Tecnología), se debería definir dentro de los grupos sociales de relevancia (GSR) al conjunto de posibles usuarios de artefactos que posean alguna discapacidad visual (ceguera o discapacidad visual grave según se establece legalmente en la escala de Wecker).
El estudio y análisis del impacto que las tecnologías tienen sobre este GSR se conoce con el nombre de tiflotecnología (del griego tiflos = ciego). Los resultados obtenidos de este estudio se aplican a los artefactospara que estos puedan ser utilizados por personas pertenecientes a este colectivo. Con ello, se consigue que la accesibilidad y la usabilidad sean universales.
La necesidad de la universalización del acceso a la información se basa en la premisa de que la sociedad de la información y del conocimiento tiende a excluir a aquellos grupos o individuos que no utilizan habitualmente dichas tecnologías, por lo que pueden ser considerados como analfabetos digitales, creándose, de esta manera, una nueva brecha digital.
Salvar esta brecha digital pasa por aceptar la existencia de una tecnología general y otra específica y que ambas circulen paralelamente de tal manera que, a la hora de diseñar un nuevo producto, este contenga un conjunto de estándares que permitan la accesibilidad universal y la usabilidad del artefacto.
En el campo de la discapacidad visual, sobre todo en el ámbito de la informática, se han alcanzado algunas metas que parecían inalcanzables. Así, no nos ha de sorprender que una persona ciega pueda acceder a las páginas Web de la prensa, artículos académicos, blogs, etc., a través de un ordenador de sobre mesa, un teléfono inteligente o una "tablet"; asimismo, no ha de extrañar que un usuario ciego pueda retirar un libro de cualquier biblioteca para leerlo en su casa gracias al software de reconocimiento de texto que permite transformar lo escrito en voz.
Ética y tecnologías
A pesar de lo que afirmaban los luditas, y como el propio Marx señalara refiriéndose específicamente a las maquinarias industriales, las tecnologías no son ni buenas ni malas. Los juicios éticos no son aplicables a la tecnología, sino al uso que se hace de ella: la tecnología puede utilizarse para fabricar un cohete y bombardear un país, o para enviar comida a una zona marcada por la hambruna. Cuando la tecnología está bajo el dominio del lucro, se utiliza principalmente para el beneficio monetario, lo cual puede generar prejuicios subjetivos hacia la tecnología en sí misma y su función.
Cuando el lucro es la finalidad principal de las actividades tecnológicas, caso ampliamente mayoritario, el resultado inevitable es considerar a las personas como mercancía e impedir que la prioridad sea el beneficio humano y medioambiental, dando lugar a una alta ineficiencia y negligencia medioambiental.
Cuando hay seres vivos involucrados (animales de laboratorio y personas), caso de las tecnologías médicas, la experimentación tecnológica tiene restricciones éticas inexistentes para la materia inanimada.
Las consideraciones morales rara vez entran en juego para las tecnologías militares, y aunque existen acuerdos internacionales limitadores de las acciones admisibles para la guerra, como la Convención de Ginebra, estos acuerdos son frecuentemente violados por los países con argumentos de supervivencia y hasta de mera seguridad.
Medio ambiente y tecnologías
Desde tiempos prehistóricos, el hombre ha utilizado sus conocimientos para fabricar herramientas y máquinas para servir a sus propósitos, desde la rueda al ordenador. Algunos ahora alaban la tecnología como el fundamento de toda prosperidad, y creen que debieran imponerse pocas restricciones a su desarrollo. Otros la condenan como la causa de masivo daño al medio ambiente, y hacen un llamado a la imposición de controles estrictos. Pero la verdad es que es ambas cosas, y ninguna de las dos. La tecnología ha ayudado a traer riqueza a gran parte del mundo, mas también ha sido el instrumento de mucho del daño ocasionado al planeta y a la vida sobre él. Pero en sí misma es neutral: por bien o por mal, sus efectos dependen del uso que nosotros hacemos de ella19 .
Además del creciente reemplazo de los ambientes naturales (cuya preservación en casos particularmente deseables ha obligado a la creación de parques y reservas naturales), la extracción de ellos de materiales o su contaminación por el uso humano, está generando problemas de difícil reversión. Cuando esta extracción o contaminación excede la capacidad natural de reposición o regeneración, las consecuencias pueden ser muy graves. Son ejemplos:
- La deforestación.
- La contaminación de los suelos, las aguas y la atmósfera.
- El calentamiento global.
- La reducción de la capa de ozono.
- Las lluvias ácidas.
- La extinción de especies animales y vegetales.
- La desertificación por el uso de malas prácticas agrícolas y ganaderas.
Se pueden mitigar los efectos que las tecnologías producen sobre el medio ambiente estudiando los impactos ambientales que tendrá una obra antes de su ejecución, sea ésta la construcción de un caminito en la ladera de una montaña o la instalación de una gran fábrica de papel a la vera de un río. En muchos países estos estudios son obligatorios y deben tomarse recaudos para minimizar los impactos negativos (rara vez pueden eliminarse por completo) sobre el ambiente natural y maximizar (si existen) los impactos positivos (caso de obras para la prevención de aludes o inundaciones).
Para eliminar completamente los impactos ambientales negativos no debe tomarse de la naturaleza o incorporar a ella más de los que es capaz de reponer, o eliminar por sí misma. Por ejemplo, si se tala un árbol se debe plantar al menos uno; si se arrojan residuos orgánicos a un río, la cantidad no debe exceder su capacidad natural de degradación. Esto implica un costo adicional que debe ser provisto por la sociedad, transformando los que actualmente son costos externos de las actividades humanas (es decir, costos que no paga el causante, por ejemplo los industriales, sino otras personas) en costos internos de las actividades responsables del impacto negativo. De lo contrario se generan problemas que deberán ser resueltos por nuestros descendientes, con el grave riesgo de que en el transcurso del tiempo se transformen en problemas insolubles.
El concepto de desarrollo sustentable o sostenible tiene metas más modestas que el probablemente inalcanzable impacto ambiental nulo. Su expectativa es permitir satisfacer las necesidades básicas, no suntuarias, de las generaciones presentes sin afectar de manera irreversible la capacidad de las generaciones futuras de hacer lo propio. Además del uso moderado y racional de los recursos naturales, esto requiere el uso de tecnologías específicamente diseñadas para la conservación y protección del medio ambiente.
Cultura y tecnologías
Cada cultura distribuye de modo diferente la realización de las funciones y el usufructo de sus beneficios. Como la introducción de nuevas tecnologías modifica y reemplaza funciones humanas, cuando los cambios son suficientemente generalizados puede modificar también las relaciones humanas, generando un nuevoorden social. Las tecnologías no son independientes de la cultura, integran con ella un sistema socio-técnico inseparable. Las tecnologías disponibles en una cultura condicionan su forma de organización, así como la cosmovisión de una cultura condiciona las tecnologías que está dispuesta a usar.
En su libro Los orígenes de la civilización el historiado Vere Gordon Childe ha desarrollado detalladamente la estrecha vinculación entre la evolución tecnológica y la social de las culturas occidentales, desde sus orígenes prehistóricos. Marshall McLuhan ha hecho lo propio para la época contemporánea en el campo más restringido de las tecnologías de las telecomunicaciones.
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